La salud pública, según la OMS, se refiere a todas las medidas organizadas (públicas o privadas) para prevenir enfermedades, fomentar la salud y prolongar la vida en el conjunto de la población. Sus actividades tratan de proporcionar condiciones que permitan a las personas estar sanas y se centran en poblaciones completas, no en pacientes o enfermedades en particular. Es por ello que las actividades que abarca la sanidad pública suelen conocerse como programas de tamizaje.
Del mismo modo que la diabetes es habitual en los países desarrollados, la anemia, por diversos motivos, supone una carga importante para la salud pública en muchos países en vías de desarrollo. Las mujeres embarazadas y los niños en edad preescolar están en situación de especial riesgo y, si no se trata, la anemia puede tener efectos devastadores sobre la prosperidad de toda una sociedad. Es necesario adoptar medidas para poder cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible , de las Naciones Unidas. Estas medidas tienen que diseñarse de manera integral. La mortalidad infantil está disminuyendo en muchos países debido a la ejecución satisfactoria de los programas de inmunización. Ahora hay que asegurarse de que estos niños no solo sobrevivan, sino también de que crezcan sanos. En muchos países, la realidad es que los niños que crecen sanos son una minoría.
Hay síntomas como la anemia que se producen por muchas causas diferentes, como malaria, desnutrición, VIH, sida, enfermedad de células falciformes, etc. Si empezamos a mirar más allá del diagnóstico y observamos la persona, dicha persona tendrá más probabilidad de crecer sana, al igual que la sociedad en la que vive. Pero tenemos que hacer frente a la anemia, tratar la causa y controlar su progresión.
La siguiente pregunta es, ¿por dónde empezamos? ¿Dónde podemos lograr un mayor impacto? Realmente, todo empieza durante los mil primeros días de vida de un bebé. Ahí es cuando, hasta cierto punto, se establece su futuro. Una mujer embarazada sana sin anemia tendrá una mayor probabilidad de dar a luz a un bebé sano y de cuidarlo bien. Sin anemia en el momento del nacimiento, será más probable que el bebé, además de sobrevivir, crezca sano. HemoCue facilita la detección de los bebés en riesgo y la toma de medidas al respecto. Al proporcionar acceso a herramientas de tamizaje exactas (ya sea en un hospital o sobre el terreno) a los programas relacionados de la salud pública, podrá proteger a los niños que configurarán nuestro futuro. Dondequiera que estén. Una gota de sangre en combinación con los sistemas de pruebas point of care de HemoCue puede marcar la diferencia.
Soluciones disponibles
Los sistemas de pruebas point of care de HemoCue proporcionan resultados rápidos y fiables con calidad de laboratorio para Hb, glucosa, HbA1c y albúmina en orina. Los analizadores son pequeños y portátiles, por lo que son ideales para el uso en unidades móviles de recogida de sangre y orina. Con estos sistemas, dispone de una gama útil de herramientas para controlar los aspectos siguientes en la cabecera del paciente:
- Tamizaje y monitorización de la anemia
- Tamizaje, diagnóstico y monitorización de la diabetes
Detección y monitorización de la microalbuminuria
